martes, 21 de enero de 2014

Desarrollo del ensayo

DESARROLLO

La alfabetización que se da en los primeros años de vida es un proceso natural cuyo avance ocurre de manera inconsciente y se relaciona con el contexto que rodea al individuo. Entonces, ¿Cómo aprenden los niños todo esto? Según Smith  “Ellos aprenden por lo general sin que nadie se dé cuenta de que están aprendiendo, por participar en actividades letradas con personas que saben cómo y porque hacen esas cosas” (Smith, 1986, p.13)3

Es importante puntualizar que por alfabetismo se entenderá el concepto antes mencionado, dejando en claro que estar alfabetizado no significa solo saber leer y escribir. De acuerdo con Isabel Solé “Entre las personas alfabetizadas, las diferencias no estriban en la posibilidad de leer, escribir, hablar y escuchar (Garton y Pratt, 1991), sino más bien en la posibilidad de hacerlo de forma competente según las exigencias de la situación en que se encuentre y de los objetivos que persigan…” (Solé, 2000, p.28)1

Una primera impresión es que la escuela es la única responsable de alfabetizar a los individuos, pero en realidad la primera agencia de socialización en la cual se tiene contacto con  la alfabetización es la familia, estructura dinámica que actúa como mecanismo de interacción educativa, genera estímulos; ofrece normas para regular la conducta y modelos a seguir para ser imitados. Podemos corroborarlo en el texto de Emilia Ferreiro “Leer y escribir en un mundo cambiante”cuando menciona que “Si el niño ha estado en contacto con lectores antes de entrar a la escuela, aprenderá más fácilmente a escribir y leer, que aquellos niños que no han tenido contacto con lectores…” (Ferreiro, 2000, p. 5)4

No es fácil aceptar el nulo desempeño que la educación formal tiene en su papel alfabetizador, pero es una realidad, para Frank Smith prácticamente no se alfabetiza en la institución escolar y no es porque no se quiera, sino que, debido a la forma de trabajo, no se cumple con este objetivo. ¿Cuál es esta forma de trabajo? Un procedimiento completamente alejado del sentido social que se le daba a los antiguos aprendizados cuyo método era efectivo por que “[…] había mucho menos instrucción directa de la que acostumbramos en las escuelas y relativamente poca práctica descontextualizada  de las habilidades relevantes para el oficio. En lugar de esto, mediante el trabajo en colaboración, a menudo en tarea que los aprendices no podían desarrollar enteramente por su cuenta, éstos practicaban  en un contexto que a la vez motivaba el trabajo y le daba significado” (Resnick, 1991, p.22)[1]

¿Por qué ahora los alumnos de educación básica no tienen la cultura de leer y escribir? Una razón es que  en muchas ocasiones solo se les ha enseñado técnicas de cómo llevar a cabo actividades en donde sólo se busque obtener un resultado, para posteriormente considerarlos débiles de espíritu incluso inmaduros por no poder comprender lo que están leyendo. La escuela no propicia un ambiente alfabetizador  donde la lectura se tome como fin propio y no como el medio para realizar una acción. Como nos dice Isabel Solé en los actuales centros educativos
“Las habilidades lingüísticas son más bien objeto de comprobación o de evaluación que de enseñanza propiamente dicha. Cuando se le pide al alumno que realice una exposición a sus compañeros sobre determinado tema; cuando tiene que elaborar un resumen  o una redacción, cuando se le dice que lea, etcétera, en realidad se le está pidiendo que haga lo que, muchas veces, no se le ha enseñado previamente.”(Solé, 2000, p.6)
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Esto es fácil de identificar puesto que  si a  un alumno se le pusiera a leer un texto y al terminar se le pidiera que comentara lo que entendió;  comenzaría por  describir lo que habla el texto y no realizaría una reflexión o análisis de lo que leyó. ¿Pero, en realidad se lee por obligación o por gusto?“Hay niños que ingresan a la lengua escrita a través de la magia y niños que entran a la lengua escrita a través de un entrenamiento consistente en “habilidades básicas”. En general los primeros se convierten en lectores; los otros, en iletrados o en analfabetos funcionales”. (Ferreiro, 2000, p.6)4. Es aquí donde se encuentra la gran diferencia, ya que con la primerase fomenta un hábito o cultura por la lectura, siendo capaces de analizar lo que leen y formando su propia toma de decisiones a través de proceso cognitivo analítico y críticode lo leído; mientras que en la segunda sólo se maneja la información de los textos escrita en un papel,  los alumnos no leen lo que investigan, carecen de la habilidad para seleccionar información, realizando esto de forma mecánica e irreflexiva con el único propósito de cumplir con las tareas que se les piden.

Si lo que se busca es que las instituciones educativas funcionen como un medio para dar continuidad a la alfabetización que inicia en el entorno en el cual el individuo se desarrolla, deben considerar  en la enseñanza las tres categorías del alfabetismo utilizadas con mayor frecuencia para lograr el aprendizaje:útil, informativa y recreativa.

El alfabetismo útil (también entendido como práctico o funcional) es aquel que nos sirve para lograr metas inmediatas. Incluye textos orientadores donde existe una relación estrecha entre leer y realizar una acción. Es aquí donde “El lector necesita construir un modelo mental del sistema como un todo antes de que le sea posible tomar una decisión de acción.” (Resnick, 1991, p.24)2. Este tipo de alfabetismo tiene origen en el seno familiar donde ocurre el primer acercamiento.

El alfabetismo Informativo es utilizado para transmitir o adquirir conocimiento. “las personas también leen para aprender acerca del mundo aunque eso no reporte una utilidad práctica inmediata.” (Resnick, 1991, p.26)2. Si bien esto es cierto; que éste necesita un conocimiento previo en el lector para relacionar el conocimiento nuevo con lo ya adquirido. Este tipo de alfabetismo puede ser motivado por varios factores, ya sean sociales, personales o laborales. La escuela funciona como un medio para obtenerlo aunque no es la única instancia donde se puede adquirir.

En el alfabetismo recreativo se toma la lectura como fin. Es leer como una forma de esparcimiento en sí y como lo menciona Lauren B. Resnick: “Las metas que se pueden lograr por medio de la lectura recreativa son personales: escaparse e imaginarse a sí mismo en condiciones más satisfactorias, […] estimular la imaginación y satisfacer la curiosidad, […] penetrar en culturas y situaciones vitales a las cuales personalmente no se tiene acceso.” (Resnick, 1991, p. 27)2. Es necesario que el lector descubra y desarrolle el placer por leer; por esta razón no debe imponerse la lectura ni emplearse como forma de castigo, sino más bien debe ser por decisión propia y por gusto. Los padres tienen una función muy importante para fomentar este tipo de alfabetismo comenzando desde que los aprendices son niños al leerles cuentos.

Entre las condicionantes para que el proceso de alfabetización se dé de manera correcta encontramos a el ambiente, que, en este caso llamaremos ambiente alfabetizador. A diferencia de lo que se puede pensar en un principio, el ambiente alfabetizador, no está definido como un espacio especial, aunque, es muy bien sabido que, para las actividades propias del estudio, los elementos que se encuentran en el área en donde se está realizando la acción como por ejemplo el ruido, la iluminación, la calidad del aire, etc. Influyen de manera significativa en tu desempeño como estudiante.

Sucede de la misma forma cuando se está en el proceso alfabetizador, aunque estos elementos no tienen tanto peso, como la sociedad misma en la que se ejecuta la alfabetización, efectivamente, al parecer el éxito del proceso está condicionado por el ambiente y éste a su vez está formado por las personas que nos rodean. Lo que diferencia a este ambiente de todos los demás es la forma en que se asocian personas con otras de manera inconsciente y con el fin de mejorar, Frank Smith enumera los beneficios que se obtienen al hacer este tipo de asociaciones “El aprendizaje que se realiza a través de asociaciones tales como el club de los hablantes, hay siete aspectos o características destacables. El aprendizaje es siempre (1) significativo (2) útil (3) continuo y sin esfuerzo (4) incidental (5) cooperativo (6) vicario y (7) libre de riesgos.” (Smith, 1994, p.12)3.

Éste aprendizaje por asociación resulta un proceso completamente contrario a la visión de trabajo que se tiene actualmente en las instituciones escolares, pues en el ambiente alfabetizador en donde se aprende por medio de asociaciones y de ayuda mutua  “Todo el aprendizaje se realiza sin riesgos. No hay evaluaciones periódicas, ni exámenes finales, nadie espera que los miembros nuevos sean tan buenos como todos los demás ni que “avancen” al mismo ritmo” (Smith, 1994, p.13)3. ¿Acaso esta forma de trabajo resulta parecida a lo que se maneja hoy en la escuela?

La tarea que tenemos como docentes resulta titánica, retomar la forma de trabajo implícita que se inculca desde los primeros años antes de entrar a la escuela, y que prioriza el sentido práctico y útil del alfabetismo en donde los alumnos, según Smith
“ven para qué se usa el lenguaje, ven cuales son las múltiples utilidades que presta a los escritores o a los lectores. […] se los ayuda a escribir y a leer toda vez que tienen un propósito propio que involucren estas actividades. Los niños empiezan a participar en un campo siempre creciente de actividades letradas en la medida en que tienen sentido para ellos, y el aprendizaje continúa. […] puede identificarse con esas otras personas que se benefician con actividades alfabetizadas.” (Smith, 1991, p.15)
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Inclusive los mismos programas hacen que el propiciar un ambiente alfabetizador sea casi imposible, pues recomiendan (¿o imponen?)  Actividades y lecturas que resultan carentes de sentido para el alumno, descontextualizadas  y triviales, que no hacen otra cosa más que sembrar en ellos el pensamiento de que la lengua no tiene sentido alguno, que carece de significado. A pesar de esto, con las múltiples enseñanzas de las que dispones, la  labor  docente debe de ir enfocada a exaltar el valor de la alfabetización y de la lengua en todo momento.


Si se trabaja en conjunto con los tres tipos de alfabetismo que tienen como objetivo lograr el aprendizaje en los alumnos podemos crear ambientes alfabetizadores .Es responsabilidad del maestro como se llevan las actividades dentro del aula y si se ponen en práctica los tres tipos de alfabetismo.




1Solé, Isabel (2000), “Aprender a usar la lengua: implicaciones para la enseñanza”, en SEP, Introducción a la enseñanza de: español. Programa y materiales de apoyo para el estudio. Licenciatura en Educación Secundaria, 2º semestre, México, pp. 25-35.
2 Resnick, Lauren B. (1991), “El alfabetismo dentro y fuera de la escuela”, en Universidad Futura, vol. II, núm. 6-7, Sylvia Schmelkes (trad.), México, UAM-A, 1991, pp. 33-41. SEP (1993), Plan y programas de estudio 1993. Educación básica. Secundaria, México, pp. 17-34.
4. Ferreiro, Emilia, "Leer y escribir en un mundo  cambiante", en Novedades Educativas, año X11,  núm. 115, julio de 2000, Buenos Aires,  Novedades Educativas, pp. 4-7.
3 Smith, Frank (1994), “El club de los que leen y escriben”, en De cómo la educación apostó al caballo
equivocado, Buenos Aires, Aique (Serie de la palabra), pp. 11-29.



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